Según el análisis de la firma internacional JD Power, aún con las políticas de impulso a los vehículos eléctricos en el mundo, México seguirá siendo un importante fabricante de unidades a combustión interna, debido a que las unidades de energías alternativas siguen siendo de nicho.
Por Diana Domínguez Galván
México aún tiene posibilidad de alcanzar su máximo histórico de producir cinco millones de vehículos hacia el año 2025 ó 2026, consideró el director general de JD Power México, Gerardo Gálvez.
En entrevista con Reporte 32mx reveló que a pesar de la incertidumbre generada en la fabricación de vehículos a combustión interna por el advenimiento de los vehículos eléctricos en el mundo, hacia el año 2030, el 40 por ciento de la demanda de vehículos en el mundo seguirá siendo de unidades a gasolina, situación que puede ser bien aprovechada por México.
Ese máximo histórico lo esperaba México para el año 2020 y fue interrumpido por la pandemia del Covid-19 en el mundo y ahora la obligación de las armadoras con los gobiernos globales es priorizar la fabricación de vehículos eléctricos a partir del 2030, a fin de disminuir la huella de carbono, lo que ha generado incentivos en otras naciones para atraer esas inversiones y el consumo de unidades de energías alternas.
Al respecto, Gálvez Grijalva confió en que México se adecuará a estos cambios, aunque resaltó que el país sigue teniendo ventajas irrenunciables como la ubicación geográfica y el atractivo costo de producción.
Independientemente de la producción en México, principalmente de vehículos a combustión interna, “se tienen otras ventajas como la ubicación, el costo y muchas otras características que seguirán dominando”.
“(…) Si nosotros vemos el porcentaje de ventas que se espera de híbridos y eléctricos combinados en el mundo, es del 58 por ciento. Esto se genera porque hay tres principales consumidores de estos vehículos que son China, Estados Unidos y la Unión Europea combinada”.
Las tres regiones representan el 60 por ciento de las ventas en el mundo de esos vehículos. “Pero (…) el otro 40 por ciento de producción de vehículos en combustión interna y se tienen que producir en algún lado“.
Todos los países emergentes como México ni están preparados, ni tienen algún plan sólido para adoptar vehículos eléctricos porque además son impagables para los consumidores.
El especialista explicó que hasta el momento se trata de unidades de nicho de mercado debido a que siguen siendo vehículos de precios por arriba de los 800 mil e incluso llegan a rebasar el millón de pesos, en tanto que el precio promedio de venta de vehículos en México es de 320 mil pesos.
Cuando México tenga vehículos eléctricos de 400 mil pesos e infraestructura adecuada, entonces estarán llegando las inversiones.
En México se vendieron unas 130 mil unidades de vehículos eléctricos e híbridos, lo que representa una mínima parte del total.
Si bien esas unidades representan un gran beneficio para la ecología y la transportación, aún no son unidades rentables para los consumidores, pues pese a cualquier incentivo siguen siendo de alto precio.
“Ahorita el paso natural para un mercado como México es crecer en los híbridos y ahí madurar como mercado y ver qué otros incentivos se les pueden seguir poniendo” a los ya existentes como la exención de verificación y tenencia que hasta ahorita tienen, pues dijo que al día de hoy son beneficios que “no alcanzan para hacer la diferencia en una decisión de compra”.
Y si bien los principales destinos de exportación de México como Estados Unidos y algunas naciones europeas impulsan, con incentivos a los consumidores, la compra de vehículos eléctricos; México aún tiene tiempo para colocar su producción, pero aún así el porcentaje de consumo de vehículos a combustión interna seguirá siendo prioritariamente a combustión interna.
“Yo lo que veo es que nos vamos a adaptar de alguna u otra forma porque eso siempre lo podemos definir muy bien en beneficio del negocio”.
