Red de Corresponsales
Acapulco cuenta con cuatro panteones que son administrados por el municipio, estos se encuentran saturados desde hace algunas décadas por más de 150 mil bóvedas, miles de gavetas y nichos que aumentaron en este año a consecuencia de la pandemia del Covid-19.
El panteón de Las Cruces el más grande en cuanto a espacio de Acapulco, Garita, San Francisco y El Palmar, son los camposantos donde el municipio mantiene el control en cuanto a procedimientos de inhumaciones que se entregan a quienes lo solicitan.
Las Cruces, es el panteón más grande de Acapulco, y en este se tiene n registro de más de 45 mil bóvedas, de las salidas poco más del 50 por ciento de estas, fueron construidas desde hace más de 20 años de acuerdo a los registros que se tienen la dirección de Panteones y Velatorios.
El ex director de panteones y Velatorios, en el gobierno de Adela Román Ocampo, Gerardo Sánchez Meza, indicó que Acapulco cuenta sólo con cinco hectáreas disponibles para ser utilizadas para las inhumaciones, por lo que consideró como necesario empezar a realizar gestiones para establecer un nuevo terreno para adaptarlo como camposanto.
“Hay una saturación en los panteones, en Las Cruces ya no se tiene espacio para la construcción de nuevas bóvedas individuales, en este lugar se realizan inhumaciones familias que ya cuentan con un espacio desde hace varios años, hay bóvedas que tienen hasta cuatro o cinco espacios y la mayoría de estos ya utilizados “, expresó el ex funcionario.
Otro de los panteones de Acapulco, donde se carece de un espacio para nuevas fosas individuales en estos momentos, es el de la colonia La Garita donde hay más de 25 mil bóvedas ya construidas y todas utilizadas, en este, también se tiene una saturación debido a la mala distribución que se hizo de los espacios en sus inicios.
El panteón San Francisco, el más antiguo de Acapulco y el de más historias que contar según los mismos acapulqueños debido a que en este se encuentran tumbas como el niño milagroso “Raulito”, al que cientos de acapulqueños acuden a pedir un milagro.
Asimismo, el de la historia de los tres mariachis que murieron en un trágico accidente y que sus siluetas se encuentran plasmadas en las de la fosa de dos por tres metros que se encuentra en este camposanto, o la de los muertos quemados en el incendio del famoso teatro “Flores de Acapulco”.
Y el de las mujeres que murieron en un accidente automovilístico cuando se dirigían al puerto de Acapulco a un festejo por el Día de las Madres.
En el panteón de El Palmar, el cual se iniciaron servicios de inhumaciones en el 2004, de nueve hectáreas sólo cinco de estas se encuentran disponibles, debido a que se ha aumentado la solicitud por las muertes a consecuencia del virus del Covid-19, la cual inició el pasado cinco de marzo del 2020.
