Redacción

Una vez que ya se demostró la utilidad de los vaporizadores para combatir el tabaquismo, es necesario avanzar en la definición de una regulación diferente a la que aplica sobre los cigarros de tabaco, coincidieron especialistas reunidos en la Cumbre de Cigarros Electrónicos 2022, que tuvo lugar en la ciudad de Washington.

En este sentido, Neal L. Benowitz, profesor emérito de medicina de la Universidad de California, afirmó que, con base a diversos estudios con alto carácter científico, los vaporizadores y/o cigarros electrónicos son sustancialmente menos dañinos que los cigarros de tabaco, los cuales tienen más de siete mil químicos tóxicos; a lo anterior se suma, agrega el especialista, la exposición nociva que genera la combustión de los cigarros de tabaco a las personas que están cerca de alguien que fuma.

Durante las ponencias destacó la constante referencia respecto a la decisión de autoridades de varios países como Francia, el Reino Unido y Nueva Zelanda de incorporar a los vaporizadores dentro de sus políticas públicas para combatir el tabaquismo.

Por ello, los especialistas, como Delon Human, presidente de la consultoría Health Diplomats, afirmaron que, una vez que están evidenciadas las ventajas de utilizar vaporizadores para combatir el tabaquismo, el debate ahora debe centrarse en la definición de una regulación sobre el uso de ese tipo de dispositivos, distinta a la que aplica sobre los cigarros de tabaco, en virtud de que se tratan de dos productos totalmente diferentes: En uno se genera vapor y en el otro humo.

En el evento también participó Matthew R. Holman, director del Centro de Productos para el Tabaco de la FDA, quien afirmó que los llamados ENDS constituyen un mecanismo para combatir el tabaquismo, por lo cual, dijo, es necesario avanzar en la regulación de este tipo de dispositivos para combatir flagelos, como el consumo entre menores de edad y el mercado negro.

“Los ENDS tienen el potencial de motivar a los fumadores a reducir factores de riego, pero también se debe mitigar el consumo por parte de los jóvenes”, afirmó el funcionario en el marco de la Cumbre de Cigarros Electrónicos 2022.

Las declaraciones del representante del órgano regulador encuentran eco en territorio mexicano, pues en febrero de 2020 se emitió un decreto presidencial para prohibir la importación de vaporizadores, tomando como justificación la explicación inicial que dieron autoridades estadounidenses a la serie de decesos e intoxicaciones de jóvenes en ese país por el vapeo.

“La Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y Prevención (ambos de los Estados Unidos de América), notificaron los más de 200 casos documentados de pacientes con lesión pulmonar grave, relacionados con el uso del cigarro electrónico, en su mayoría adolescentes y adultos jóvenes, en al menos 25 de sus estados”, relata el decreto emitido a través del Diario Oficial de la Federación.

Sin embargo, la autoridad mexicana soslayó arbitrariamente la aclaración que hizo días después la propia FDA en el sentido de que los casos mencionados respondieron a la vaporización de sustancias nocivas adquiridas en el mercado negro y no a la propia práctica del vapeo.

Asimismo, el gobierno mexicano justificó el decreto mencionado aludiendo que “existen diversos tipos de dispositivos entre los que se encuentran los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), los Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN) y los Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina (SACN), los dos primeros popularmente conocidos como “cigarros electrónicos” o “vapers”, (por lo que es), importante resaltar el inminente peligro que representan los citados dispositivos, toda vez que generan vapor o aerosol y compuestos químicos producidos por el calentamiento de los componentes del líquido, una mezcla de propilenglicol, glicerina y aromatizante o, en su caso, nicotina y tabaco, que al ser inhaladas ingresan directamente al sistema respiratorio con una afectación más amplia que otras sustancias”.

No obstante, el funcionario de la FDA reconoció que los llamados SEAN o ENDS son dispositivos de bajo riesgo y con potencial para combatir el tabaquismo, que hoy en día es la principal causa de muertes evitables en Estados Unidos.

En el foro también participó Ray Niaura, investigar de la Universidad de NY, quien habló sobre los retos de la ciencia para ilustrar los alcances de los vaporizadores.

En la cumbre también figuró Kathy Crosby, directora de la Oficina de Comunicación y Educación del Centro de Productos de Tabaco de la FDA, quien destacó la necesidad de garantizar que los vaporizadores son artículos de uso exclusivo para mayores de edad, pues alertó que de los 25 millones de adolescentes que hay en la Unión Americana, dos millones han vapeado ocasionalmente.

México y el Mundo Vapeando es un grupo de entusiastas del vapeo con la única misión de defender el derecho a elegir un método de reducción de daños en el país. Sus colaboradores tienen la firme convicción de una regulación justa para combatir el terrible hábito del tabaco, teniendo como base la ciencia y el libre derecho de expresión.

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