Estamos en la segunda mitad del año y entre los temas que enmarcarán la agenda pública destaca la sucesión de la presidencia de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN), una vez que Francisco Cervantes Diaz termine en septiembre próximo su gestión como dirigente de la mayor cúpula industrial del país, luego de que la propia Secretaría de Economía (entidad que procura el cumplimiento la Ley de Cámaras y Confederaciones), dio su visto bueno para aplazar de marzo a septiembre la sucesión, a petición de los propios industriales confederados.
El tema no es minúsculo. Se trata del organismo que aglutina a las empresas que generan alrededor del 30 por ciento de la economía mexicana y del órgano obligado de consulta de los tres órdenes de gobierno en todos los temas relaciones a la industria mexicana. Está conformado por 47 cámaras nacionales, 14 regiones, tres genérica y 59 asociaciones.
La CONCAMIN es un espacio donde convergen empresas de sectores tan diversos como importantes para el país, tal es el caso de la industria automotriz, la confección, la restaurantera, la construcción, la electrónica, agroindustrial, del acero, entre otras. En pocas palabras, es la representante de 176 ramas productivas.
Por ello, la Confederación requiere un dirigente que vaya de la mano con la visión y valores del organismo. Que sea un contrapeso de las autoridades, no un rival. Es decir, que fortaleza la posición del organismo como un aliado y al mismo tiempo un contrapeso crítico, en favor de la economía mexicana.
Ante dicho escenario, Francisco Cervantes considera que existen, al menos, tres posibles figuras que podrían relevarlo al frente de la CONCAMIN.
Uno de ello es Alejandro Malagón Barragán, reconocido por ser un exalto directivo del gigante publicitario y económico Femsa.
A la lista se agrega Netzahualcóyotl Salvatierra López, presidente de la Comisión de Financiamiento en CONCAMIN, y quien además, detrás de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), participó en la administración pública de Oaxaca
Así mismo figura Ramón Beltrán, expresidente y fundador hace 32 años de la Cámara Nacional del Aluminio (CANALUM).
Sin embargo, existe otro candidato, un “caballo negro” del sector industrial, que cuenta con la simpatía de varios de organismos miembros de la Confederación y es visto con muy buenos ojos por las empresas del llamado Grupo Monterrey, Nuevo León, entidad federativa que constituye el principal empleador manufacturero de México.
Habrá que esperar. El jaloneo se pondrá interesante, sobre todo cuando los esfuerzos por dirigir la CONCAMIN deberán estar enfocados a contribuir a superar los estragos de la peor crisis económica en casi 90 años.