A la muerte de su creador, el museo fue descuidado para después ser cerrado
Red de corresponsales
La Ciudad de México es un sitio lleno de museos pues según datos del gobierno de México existen 154 museos entre los que destacan el Nacional de Antropología, el Museo Frida Kahlo, El Tamayo de Arte Contemporáneo. Pero el más antiguo se trató del Gabinete de Historia Natural el cual comenzó a recibir público el 27 de abril de 1790 en la calle Plateros.
Se conoce que en 1600 los coleccionistas guardaban objetos en muebles diseñados específicamente para esto, el salón donde se encontraban estos se les conocía como gabinetes; es por esa razón que primero se llamó gabinete en lugar de museo. En lugar se encontraba en una de las propiedades del Estado, por lo que fue más fácil lograr que fuera un lugar público, con el número 89 de la calle de los Plateros, hoy calle Madero.
Según la autora, entre los objetos que se mostraban había petrificaciones, osamentas de elefantes y diferentes instrumentos científicos de uso científico como microscopios, prismas y termómetros; fue la idea de José Longinos Martínez, naturista y cirujano que llegó en 1787 a la Nueva España por parte de la Real Expedición Botánica, además de ser de los pocos con conocimiento sobre anatomía. Después de que el falleció, algunas de las piezas fueron descuidadas y otras se mandaron al Colegio de San Idelfonso en 1802.
Según la información de María Eugenia Constantino, los objetos que se presentaban eran duplicados de aquellos que se enviaban a España con el mismo propósito de ser estudiados. Algunos de los autores que se exhibían eran Tournefort, Buffon, Linneo, Hernández, Palau y Gómez Ortega, que de igual manera formaban parte del Real Gabinete de Historia Natural en Madrid.
También se podían encontrar insectos, aves o pescados disecados que se podían observar en los microscopios; plantas disecadas, esqueletos, semillas, resinas, maderas, raíces que se estudiaban en la época; piedras preciosas, metales, producciones volcánicas, oro y plata. Longinos también preparó piezas anatómicas en cera para que las personas pudieran conocer más.
Sobre este gabinete existe evidencia en textos escritos en la época, como en la Gaceta de México. En el trabajo de El primer Gabinete de Historia Natural de México y el reconocimiento del noroeste novohispano de José Luis Maldonado Polo se menciona que Longinos formó este museos con sus propios medios ya que no quiso apoyos económicos del erario público. Las primeras piezas fueron traídas por el desde España y también se recibieron donaciones de aquellos aficionados a la historia natural.
“Todas las reproducciones naturales se colocaron en rótulos donde se especificaba la clase, orden, género, especie y variedad de cada ejemplar, además de la localidad de donde se encontraron y los nombres autóctonos”, escribió Maldonado Polo. Además contó que el mismo Longinos respondía las dudas del público que visitaba el gabinete, y si no se encontraba, el encargado del lugar era su amigo y colaborador Mariano Aznares.
Sin duda fue un lugar que alcanzó la fama mundial, pues científicos tanto americanos como europeos visitaban el gabinete. Desapareció a principios del siglo XIX, durante la Guerra de Independencia y las piezas que se exhibían fueron mandadas al actual Museo Nacional de Antropología, en donde algunas aún se pueden observar.