De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México existen 2 millones 691 mil personas con deficiencia visual debido a problemas oculares como errores de refracción, cataratas, retinopatía diabética, glaucoma y degeneración macular relacionada con la edad.
La incapacidad para ver bien es la segunda causa de discapacidad en el país, representa 26% de personas con algún impedimento para desempeñar sus actividades diarias. La visión es uno de los sentidos más importantes para el desarrollo a lo largo de la vida, y los oftalmólogos desempeñan un papel crucial en la prevención y tratamiento oportuno de enfermedades oculares.
En el marco del Día del Oftalmólogo, que se celebra el 13 de diciembre, Gerardo Gleason, director general de Medical Dimegar, empresa con 35 años de experiencia y especializada en servicios integrales oftalmológicos, dijo que con cada consulta y cirugía, éstos profesionales médicos cambian la vida de las personas, pues los pacientes vuelven a ser productivos y además se evitan otros daños, como fracturas por caídas, principalmente en personas de edad avanzada.
Mencionó que se estima que en México haya aproximadamente 2.4 oftalmólogos por cada mil habitantes, lo cual es insuficiente. Por ello, las jornadas quirúrgicas oftalmológicas realizadas por diversas instituciones, principalmente para cirugía de cataratas, son acciones fundamentales para acercar los servicios oftalmológicos a un mayor número de pacientes.
Además, Gleason, recalcó que “Es esencial incidir en la formación de profesionales técnicos, optometristas y oftalmólogos con altos estándares de calidad que respondan a las necesidades de nuestro país. Debemos favorecer sus conocimientos y habilidades en todo el territorio mexicano, especialmente en las comunidades más vulnerables, ya que por ejemplo, la catarata es el padecimiento de ceguera reversible más frecuente, y su atención es especialmente crítica en las zonas rurales”.
El compromiso con la formación continua es clave para asegurar que los oftalmólogos mexicanos estén a la vanguardia en técnicas y procedimientos avanzados tanto para el diagnóstico como para cirugías oculares, y así estén preparados para enfrentar casi cualquier desafío oftálmico con precisión y contribuir a la salud visual de la población mexicana.