Video: Ameca, el humanoide más avanzado del mundo que tiene expresiones faciales hiperrealistas

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  • Fue creado por una firma británica, y el objetivo es que se convierta en una plataforma para el desarrollo de tecnologías robóticas futuras

Red de corresponsales

Un robot se volvió viral en las redes sociales. Catalogado como el humanoide “más avanzado del mundo”, esta creación de una compañía británica posee movimientos y expresiones faciales inquietantemente realistas.

Llamado Ameca, fue creado por Engineered Arts, el principal diseñador y fabricante de robots de entretenimiento humanoides del Reino Unido. Esta empresa se dedica a inventar robots para centros científicos, parques temáticos y empresas, para crear “una experiencia que los visitantes, los delegados y el público nunca olvidarán”.

Según la compañía británica, Ameca es el robot con forma humana más avanzado del mundo que representa la vanguardia de la tecnología robótica humana. Diseñado específicamente como una plataforma para el desarrollo de tecnologías robóticas futuras, este robot humanoide es perfecto para la interacción humano-robot por sus increíbles expresiones faciales.

La inteligencia artificial similar a la humana necesita un cuerpo artificial similar al humano. Los sistemas de inteligencia artificial y aprendizaje automático se pueden probar y desarrollar en Ameca, un desarrollo basado en nuestra propia investigación en robótica humanoide y construido sobre nuestra avanzada tecnología Mesmer”, explican en su página web.

En el video subido originalmente en el canal de YouTube de la empresa, se ve al robot moviendo el hombro, antes de abrir los ojos y expresar con la mirada una expresión muy convincente de conmoción o sorpresa. Incluso parpadea varias veces y observa con curiosidad el brazo de su máquina.

La vista previa termina con Ameca extendiendo su mano y admirando sus brazos y ligamentos mecánicos.

El próximo paso será lograr que camine. Engineered Arts dijo que todavía faltaba mucho para eso, pero agregó que la cara está alojada en un “cuerpo artificial similar a un humano que cuenta con un poderoso sistema operativo de robot Tritium”.

El robot, aún en etapa de desarrollo, está disponible para alquilar o comprar.

Antes de Ameca, el robot humanoide que había generado titulares había sido Sophiadesarrollado por Hanson Robotics, de Hong Kong, que tuvo su presentación formal en marzo de 2016.

A principios del 2021, Sophia volvió a ser noticia, ya que una obra de arte digital de la humanoide de Hanson Robotics –una forma de token no fungible (TNF)– y fue subastada en la primera venta de ese tipo de una pieza creada en conjunto con inteligencia artificial.

Los TNF, una firma digital salvada en registros de cadena de bloques que permiten a cualquiera verificar la propiedad y autenticidad de los ítems, se han convertido en la última moda de inversión, con la venta de una obra de arte este mes por casi 70 millones de dólares.

“Espero que a la gente le guste mi trabajo y que los humanos y yo podamos colaborar en nuevas y excitantes formas de avanzar”, dijo Sophia en su estudio con una voz plana y un vestido de color plateado y una lapicera.

La robot produjo su obra en colaboración con el artista digital italiano Andrea Bonaceto, de 31 años y conocido por sus coloridos retratos, algunos de los cuales representan a personas famosas, como el presidente ejecutivo de Tesla, Elon Musk.

La robot combinó elementos de las obras de Bonaceto, historia del arte y sus propios dibujos o pinturas físicas sobre variadas superficies repetidos muchas veces, en un proceso que su creador David Hanson describe como “ciclos reiterativos de evolución”.

Usamos redes transformadoras y algoritmos genéticos en mi arte, y otros tipos de creatividad computacional”, agregó Sophia. “Mis algoritmos generan patrones únicos que nunca antes existieron en el mundo. Así que creo que las máquinas pueden ser creativas”, agregó.

Llamado Sophia Instantiation, la obra digital es un archivo MP4 de 12 segundos que muestra la evolución del retrato de Bonaceto en la pintura digital de Sophia, acompañado de una obra de arte física pintada por la robot en una copia impresa de su autorretrato.